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Con Fidel, John y Stanley. |
Como ya he comentado alguna vez en el blog, todos los fines de semana es increíble el número de partidos de football americano que puede ver uno por la tele gratuita.
No solamente es la liga profesional,
la famosa NFL, ni la universitaria (“College Football”) es que también te ponen
la liga de High School, chavales de 17 años.
Total, que te puedes ver en un
sábado la friolera de 10 partidos gratis.
A la vez te puedes, encontrar 5
canales poniendo un partido diferente, y encima si tienes la ESPN (que no es
nuestro caso) entonces te puedes ver infinitos partidos, no solamente los de tu
estado, los del resto de EEUU.

Si quieres ir a ver a los
“Longhorns” (la universidad de Texas, en Austin, la universidad más famosa del
estado) ya tienes que pagar, además del
transporte, hotel… más de 50 $ por entrada. Y si quieres ir a ver a los
Texans, el equipo profesional de Houston, ya tienes que soltar alrededor de 100
$.
Me fui con mi compañero y
compadre, el profe de español, Fidel Andrade, del que ya he hablado en alguna
entrada. La idea, además de ir por primera vez a un partido de football americano,
lo cual me hacia muchísima ilusión, era fundamentalmente invitar a dos alumnos a
los que fuimos a ver Estefi y yo hace un par de semanas jugar en su equipo de
barrio de football americano. Cuando me comentaron después del partido que
nunca habían ido a ver un partido “serio” en un estadio, desde luego no tuve
ninguna duda, había que invitarles a ver un partido de verdad y ver la cara de
felicidad que ponían.
Estos dos chicos, Stanley y Johnathan,
son realmente unos chavales especiales, no solamente son los mejores alumnos de
la clase (y ya no comparado con el bajo nivel de educación americano, comparado
con el nivel de España, son muy inteligentes y currantes) pero es que además
son la alegría de la huerta y unos buenos deportistas.
No he entrado mucho en detalle
sobre la clase de alumnos que tengo en el High School, pero desde luego no son
gente adinerada, tanto en le caso de los americanos como los que son de otro
país, sus padres trabajan como locos más de 12 horas al día, y en el caso de
los extranjeros muchos de los padres o entraron de forma ilegal al país, y por
lo tanto ya de por sí lo tienen complicado, o simplemente su situación
económica es difícil, así que por eso es que estos dos chavales no hayan ido
nunca a disfrutar de un partido profesional del deporte que tanto les apasiona.
Los colegios públicos en esta
ciudad, y más en este barrio, están dirigidos exclusivamente a la clase media-baja. Y que aunque es verdad
que se puede dar la paradoja de encontrarme en el parking del colegio a primera
hora del día aparcando al lado de una alumna mía que con 17 años conduce y
encima tiene un coche mejor que el nuestro (el que nos ha dejado los tios de Estefi) pero es una excepción, por lo general
los alumnos son de familias que aunque yo no diría pobres, pero si modestas.
Bueno, pues total, que nos fuimos
a ver el partido de la Universidad de “Houston” contra la universidad de
“Temple” y fue un auténtico espectáculo: La banda formada por no se cuantos
músicos, cientos?… y la música que sonaba increíble, las cheerleaders que
parecían sacadas del circo del sol por las piruetas que hacían, el himno
americano que siempre suena antes de cada partido del deporte que sea y todo el
mundo en silencio y mano en el corazón, los rituales que tiene cada equipo para
salir a la cancha, el juego en sí, con su velocidad y la tensión de los
jugadores… la verdad es que me gusto mucho más de lo que pensaba.
Es verdad que un partido de
football americano puede llegar a las 3 horas, y se hace un poco largo. También
es verdad que hay muchas paradas, que si los tiempos muertos pedidos por los
equipos, el tiempo muerto de la tele porque tiene que ir a publicidad… la
leche, parece que no avanza el partido.
Pero aún así el show que hay montado
en el campo y alrededor del campo permanentemente es tan espectacular que uno
no se aburre ni un minuto.
Total, que fue una auténtica
experiencia que mereció mucho la pena, más si cabe por ver a John y a Stan
disfrutar como disfrutaron.
La semana que viene si
conseguimos entradas, nos vamos a ver a los Houston Rockets contra
San Antonio Spurs, no será un partido oficial de NBA, pero sí uno de
pretemporada. Ahora en la pretemporada, como digo, las entradas están muy
baratas y es el mejor momento para llevarme a otros de mis alumnos preferidos,
al “trio pakistaní”, como yo les llamo cariñosamente, los gemelos Zaid y Zain y
Ali. También son de los mejores de clase, y también super alegres y educados. Y
creo ya los conocéis porque en la entrada de la primera semana de clase ya os
hablé de ellos porque fue con los que jugué al baloncesto y con los que juego
todas las semanas que puedo desde entonces.
Ellos, al igual que John y Stan,
tampoco han ido nunca a disfrutar de un partido de su deporte favorito, así que
tengo muchísimas ganas de llevármelos y ver como disfrutan. Bueno, vale, a mi
también me hace muchísima ilusión, seguro que disfruto como un niño con zapatos
nuevos.
VIDEO 1: El espectáculo de la banda de música, el himno americano, los fuegos artificiales y los gritos del ritual de los jugadores de "Temple" antes de salir a la cancha...
VIDEO 2: Una jugada durante el partido:
Mientras, estefi y yo seguimos
currando duro, pero también seguimos descubriendo sitios nuevos los fines de
semana. Ahora ya podemos tener todo el sábado libre… todo el sábado, enterito.
Lo nunca visto!!!
Eso si, el domingo sentados en la
mesa del salón y currando desde las 8 am a las 8 pm… es lo que tiene ser profe
en EEUU…
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Hamburguesa de Búfalo. |
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"Denny´s" sigue siendo nuestro desayuno preferido. |
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Sólo 2 semanas para "Halloween"... están flipaos... |
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Un sitio típical "texans" con música country en directo. |
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