Siempre había oído hablar de este carnaval extraño que se
daba en los estados sureños de EEUU. Un carnaval en un país para nada dado al
cachondeo y al desenfreno, pero en el que la gente se regala ( mejor dicho, se
tiran literalmente) collares con “cuentas” de
plástico y en el que parece ser, al contrario de lo que se podría esperar uno,
un carnaval de desenfreno y cachondeo que
llega hasta altas horas de la madrugada, cuando las chicas enseñan sus
pechos por un collar que normalmente se les tira desde lo alto de un balcón, y
cuando la policía, a esas altas horas de la madrugada, tiene que tomar el
control de las calles…
Dicho así es un carnaval de lo más raro, donde no hay gente
disfrazada, excepto un par de despistados y los que participan propiamente en
el desfile, y donde la gente consigue recolectar collares de plástico hasta que
ya no le caben más en el cuello, o hasta
que el cuello dice basta y no aguanta más el peso de tantos collares.
El “Mardi Gras”, el “martes graso” como dice la traducción
del francés, el origen de este curioso carnaval que proviene de la época en la
que los Franceses “colonizaron” esta parte del país (con la famosa compra de
Luisiana) y donde los franceses dejaron muchas raíces, sobretodo en la ciudad
de New Orleans. El Martes Graso hace referencia al Martes antes del miércoles
de ceniza. Un último día de desenfreno hasta que termine la cuarenta, la época
de recogimiento donde no está permitido casi nada hasta la llegada de la semana
santa, según las creencias cristianas.
El Mardi Gras de New Orleans estaba como uno de los viajes
obligatorios en este curso, pero viendo que New Orleans está a “Sólo” 6 horas
de coche, que ya hemos estado, que en este país no hay día de fiesta el viernes
de Carnaval, como sí lo hay en España, y que sobretodo que nos hemos enterado
que en Galveston la ciudad portuaria y cercana (a una hora de Houston) también
tenía su propio “Mardi Gras” con casi un siglo y medio de Historia, decidimos quedarnos
aquí y disfrutar en “casa” de este peculiar, diferente y espectacular carnaval.

Una vez “dentro” de la calle central del carnaval y calles
aledañas lo que uno se encuentra son puestos de comida, puestos de música en
directo, mucha gente andando por las calles (un par de ellos disfrazados) y
cientos de personas situadas en los balcones tirando collares a las miles de
personas que nos encontramos en la calle disfrutando del ambiente de la fiesta
de la calle. Es realmente extraño y a la vez divertido.
En los puestos de comidas, Estefi disfrutó de los típicos
Nachos Tex-mex, y yo disfrute de mi primera “perna de pavo”, literalmente una
pata de pavo que te comes en plan “Obelix” y que es muy típica por estos
estados del sur y que además esta muy buena.
Como no, nos acompañó al carnaval mi compañero Fidel. Se lo
pregunté el viernes, que si se animaba al carnaval de Galveston, que había oído
que estaba muy bien, y me dijo que si, sin dudarlo, pero me dijo “eso sí, en
cuanto veamos que la poli empieza a cargar, para casa”… pero donde nos vamos a
meter Fidel???
El carnaval empieza hacia ya por la mañana a las 11 AM con
varios desfiles por toda la ciudad, y para las 4:30 PM sale el desfile más
importante que pasa por la calle principal, por la que hay que pagar para
acceder. Lo mejor es que este desfile no tiene un recorrido “histórico” o un
recorrido que siga algún trazado en particular… mas allá de la calle principal
de Galveston no hay nada, sólo casas y casas residenciales… así que lo que hace
el desfile es dar vueltas en un circuito como un rectángulo formado por cuatro
calles. Cada 3 horas sale el desfile y da dos vueltas al circuito… muy
programado y puntual, como buen desfile americano…
VIDEO 1: La guerra de collares...
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De los pocos que iban disfrazados... Los cazafantasmas, no pude evitar emocionarme al ver a estos "héroes" ochenteros. |
VIDEO 2: siguen lloviendo Collares...
VIDEO 3: El desfile Primera Parte
VIDEO 4: Segunda Parte del Desfile.
Bueno, pues era la leche ver a la gente pidiendo collares a
los que estaban en los balcones y ver el jaleo que se monta!!! y lo que
engancha pedir collares!!! Nosotros empezamos por hacer un poco el paripé, y cuando
nos quisimos dar cuenta ya se había hecho de noche y teníamos el cuello a tope
de collares.
Eso si, hay que decir que es un poco peligroso, porque
aunque los collares no pesen nada y sean de plástico, como no lo cojas bien, al
ser collares algunos bastante largos, te pueden dar una buena leche en la
cabeza al agarrarlos… y es que vienen volando desde un balcón situado a 3 o 4 metros de altura… Y lo
sabemos por experiencia.
Lo mejor sin duda es el momento del desfile, cuando llegan
las típicas bandas de música de instituto americano tocando en directo y los
alumnos del colegio bailando y agitando las típicas banderas. Estas bandas
acompañan a las “carrozas” del desfile, por llamarlas de alguna forma, se trata
de una “pickup” que arrastra una especie de “carroza” super decorada y desde donde
la que gente disfrazada que va en su interior bailando y con música a todo
trapo, tiran a su vez más collares a la gente de la calle… así que la guerra
está servida, entre los que tiran collares desde los balcones, los que los
tiran desde las carrozas y que muchos de los que están en la calle al final
acaban tirando collares a los de los balcones y a los de las carrozas…el jaleo
es tremendo!!!
Total, que la fiesta mereció la mucho pena, una muy buena
experiencia.
Lo malo, que con las ganas que tenía yo de ver ese momento
en el que alguna chica se levanta la camiseta y enseña las tetas a alguien para
que le de un collar de regalo, no llegó… me tuve que conformar con una mujer
super graciosa que llevaba una camiseta que enseñaba de vez en cuando para pedir collares
“gratis”, que bueno!!!
Yo llevaba en mi cuello al final de la tarde 40 collares,
Estefi llegó a casa con casi 100.
Mis cálculos son que en las horas que dura el
desfile y la fiesta, se gastan más de 1 millón de collares “made in China”.
PD 1: Al día siguiente Estefi y yo llevamos cada uno a su
clase los collares que recolectamos para repartirlos entre nuestro alumnos,
desde luego a las que más ilusión les hizo el regalo, fue a las chicas, claro…
los chicos me miraron como, “Mr. Hernandez, de verdad que me tengo que poner
“esto” para la foto?????”
PD 2: El otro día me encontré esta sorpresa en la mesa de mi clase...